Me quedé aturdida. Haber oído la palabra "traición" saliendo de su boca, me hirió en lo más profundo. No sabría explicar exactamente cómo llegamos a esa situación. Sentados frente a frente, hablando de cosas triviales, se me ocurrió preguntar "¿te pasa algo conmigo?". Sin poder sostener sus ojos con los míos y, entre risas nerviosas, contestó "no, estamos bien". "Y si estamos bien, ¿qué coño te ocurre?". Y fue en ese momento justo, cuando dijo la palabra en cuestión. No llegé a comprender si esa traición había sido por mi parte o por terceros, pero dio a entender que el damnificado era él...
No hay comentarios:
Publicar un comentario