Ya se han acabado las vacaciones de verano, y estas son dos de las muchas perlitas que me han hecho reir, más que desesperar, durante estos playeros días:
a raíz de la catástrofe de Barajas, mi tía, que a lo largo de los años ha viajado por todo el mundo, hablaba del "ovi-buqui"... ¡Ese inglés, hermosa!
Por otro lado, ahí estaba mi madre, muy graciosa pero muy cansina, diciéndome por décimo quinta vez -por lo menos-, que me echase "arte sun"... ¡Lo quéeeeee!
Poniendo la mesa en la terraza para cenar, me da un plato mi tía con sopa de verduras (...) y a sabiendas de que tengo una mano que parece una rama de árbol, pero muy desafortunada me espeta, "mira a ver la forma de llevarlo a la mesa sin que se te caiga"... Entre farfullos, lo llevé a la mesa, sin ningún incidente ni gota fuerta del plato peeeerooooo, hubo que quitar la mesa -ahí sí provoqué la desgracia-: un cuenco de colores se precipitó al suelo, esparciendo por toda la cocina su contenido-. En ese momento, la que farfullaba era mi tía.
Las vacaciones hubieses sido fantásticas, si no hubiese cogido un brote de gripe... ¡en agosto!
Ahora, sólo queda esperar que "la vuelta al cole" no se nos haga dura.
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