Hacía tiempo que no escribía nada por mi cuenta y riesgo. No habrá sido porque no haya tenido cosas que contar... ¡Qué vida esta! Ya lo dice la canción "la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ¡ay!, ¡ay!"Durante estos meses pasados, mi vida ha girado 360 grados en varias ocasiones, produciéndome unos mareos y unos dolores de cabeza descomunales. Ni de las atracciones he bajado tan mareada... No voy a explicar las razones. Las voy a guardar en mi baúl de los recuerdos, de donde no saldrán, salvo en momentos puntuales como meras anécdotas.
Tengo claro que todo pasa en la vida por algo, no es casualidad. No sé quién maneja los hilos de nuestra frágil existencia, pero se lo debe de pasar bomba. Además, tuvo la buena idea de ponernos sentimientos..., para incrementar nuestro sufrimiento y de paso, su divertimento.
Pero, ¡se ha jodido! De todo se aprende y hasta los peores momentos, una vez pasados y vistos desde la distancia, son simples historietas para el recuerdo.
Todo depende del cariz que se les quiera dar. A día de hoy lo que tengo que decir, y lo grito a los cuatro vientos para que todo el mundo se entere, es que he elegido: he optado por el optimismo, ver el vaso medio lleno y echarle un par de cojones a lo que se me ponga por delante.
He dicho.
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