No sé si es producto de que por el ritmo de vida no miramos nunca al cielo o simplemente, que fue un fenómeno anormal, pero ayer pude retratar -de aquellas maneras, pues los medios son limitados- el color anaranjado rojizo que tenía anoche la luna.
In situ fue una imagen maravillosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario