Aquí estoy, oyendo estupideces sin sentido. Palabras desordenadas y sin contexto.
Cansada ya de mentiras, medias tintas e insultos a mi inteligencia, contesto con sarcasmo y desgana a lo que oigo.
No os podéis imaginar la decepción tan grande que me invade y me ahoga.
Como siempre, estoy aprendiendo a marchas forzadas. Os lo agradezco.
Estimados lectores, permitirme la irreverencia de daros un consejo que a mí misma me ha costado mucho sufrimiento aprender:
"Trabajar para vivir, no viváis para trabajar".
No hay comentarios:
Publicar un comentario